Elena Ramos Pérez
Martes 26 de octubre del 2010
La flor carnívora
Había una vez una enorme flor roja que se encontraba plantada al lado de un par de plantas carnívoras. Desde que la flor era apenas una semilla se había preguntado como era que aquellas plantas podían atrapar insectos y después comérselos. Por lo que un día decidió que ya estaba lo suficientemente grande como para intentar hacer lo mismo; vio una enorme mosca negra que se acercaba y sin prestar atención a las plantas que comenzaban a pensar en el manjar que se llevarían con la mosca abrió sus pétalos y la atrapó. Como la flor no sabía que hacer después, tuvo a la mosca encerrada hasta que murió y entonces la escupió diciendo lo mal que sabían las moscas muertas. A partir de aquel día la flor que estaba mucho más grande que las plantas se dedicó a atrapar todos los insectos que se acercaban y a después escupirlos muertos pensando que eso era lo que hacía una planta carnívora.
Martes 26 de octubre del 2010
La flor carnívora
Había una vez una enorme flor roja que se encontraba plantada al lado de un par de plantas carnívoras. Desde que la flor era apenas una semilla se había preguntado como era que aquellas plantas podían atrapar insectos y después comérselos. Por lo que un día decidió que ya estaba lo suficientemente grande como para intentar hacer lo mismo; vio una enorme mosca negra que se acercaba y sin prestar atención a las plantas que comenzaban a pensar en el manjar que se llevarían con la mosca abrió sus pétalos y la atrapó. Como la flor no sabía que hacer después, tuvo a la mosca encerrada hasta que murió y entonces la escupió diciendo lo mal que sabían las moscas muertas. A partir de aquel día la flor que estaba mucho más grande que las plantas se dedicó a atrapar todos los insectos que se acercaban y a después escupirlos muertos pensando que eso era lo que hacía una planta carnívora.
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