Elena Ramos Pérez
Jueves 23 de septiembre del 2010
La flor carnívora
Había una vez una flor de color rosa que se vendía en una florería, la flor había vivido ahí durante varios años y había escuchado a diario alguna persona preguntando si en aquella tienda se vendían plantas carnívoras y como no era así, la flor comenzó a pensar que aquella podría ser su forma de salir de aquella tienda. Pero aunque buscaba la forma, y deseaba con todas sus fuerzas ser una planta carnívora,seguía siendo la misma flor rosa que había vivido en aquella tienda durante tanto tiempo. Hasta que un día, un niño acercó su mano a la flor, señalándola y ésta, sin poder contenerse lanzó una mordida tratando de comerse la mano del niño. Entonces, después de tanto tiempo de desearlo se había vuelto lo que quería: una flor carnívora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario