Elena Ramos Pérez
Jueves 9 de diciembre del 2010
El grillo
Había una vez un grillo muy pequeño y verde, el grillo era tan pequeño que las personas nunca le prestaban atención a pesar de saltar tan alto que llegaba a estar frente a sus ojos. El grillo pensaba que eso era un gran desventaja pues se sentía muy orgulloso de poder saltar mucho más alto que los otros grillos a pesar de que estos no lo consideraran uno de ellos debido a su insignificante tamaño.
Una tarde, el grillo se topó con un pequeño perrito que se quejaba de ser una variedad miniatura de una "raza pequeña" y al sentirse identificado con el comenzaron a hablar, quejándose de los otros animales más grandes que ellos, se sentían tan a gusto hablando que no notaron la mano sobre ellos que confundiendo al pequeño grillo con una pulga se acercaba decididida al pelaje del perrito.